De un amigo a un poeta anónimo
La impostura del poetaToma tu oficio distintivo como un defecto de la naturaleza, Es posible que pienses que tu nacimiento fue un error, Que tu madre te parió por no dejar; Tú vas a ver, a esa conclusión llegarás algún día. Y ese día te sentirás un arrastrado por el suelo, Una mala pesadilla de ti mismo, Te percatarás que tus poemas Son la peor mala leche insufrible De todas las galaxias y de todos los planetas Serás execrado de cada círculo, de cada rectángulo, Un mar de lágrimas no será suficiente Para sanar el mal congénito Lo peor es que te convencerás De que ninguna de las puertas Del pirómano ('*) Kafka, te está destinada...
No eres dueño de nada, Ni siquiera de tus amores más profundos Padre indigno de muchos hijos y orgulloso de ninguno Como Pessoa, tu oficio es mentir verdaderamente Capaz de sufrir de lo que no sufres De inventar verdaderos dolores Que tu propia vida no podría soportar.
Canalla como sois, eres capaz con una mano De dar el martillazo de inicio en Wall Street Y con la otra sobar un libro de Maldoror...
Entonces que se vayan a tomar por el culo, historiadores, filólogos y lingüistas. Sí, y ordenados en fila india. Nada hay más desgraciado que examinar a un poeta Con la lupa de un curador de infamias
¿Por qué putañeras ostias les ha dado por decir que Miguel Hernández no quería a Ramón Sijé – "con quien tanto quería"?
En fin, es tan necesaria la poesía Cuando se tiene algo importante que decir... ¡Y tan insoportables las herramientas para tratar de desenredar lo que encierra!
¡Y no te atores, querido bardo! Deja algún misterio, un indicio, Algo que comer a otros niños vagabundos, Condenados por la vida A vivir en la mierda más absoluta Con tal de mentir, diciendo grandes verdades.
____________________________________ (*) Esa es otra gran mentira: según el secretario Watson, Kafka, como todo funcionario que se precia, no podía no conocer al dedillo los horarios de su amable y amada criada. Difícil no concluir en que el momento escogido por Kafka para arrojar sus escritos al fuego, debía coincidir cronométricamente con la entrada de su servidora en la historia con "H" de hediondo, como todo cadáver exquisito.
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