Poemas de EL JARDÍN DE LAS DELICIAS
[POEMA I]
Soy la forma del deseo. El pene erecto en la mano femenina, el coño abierto entre los dedos; el ansia soy, calor, olor, sudor, del sexo y de la vida.
Cada poro respira carne. Y no se envilece, lanza su enérgica cosecha al dentro y al afuera.
Soy más el proceso, vivo, que la famosa corrida que prefiero alargar a gusto hasta el gusto de todas.
A ello me debo, nacido del sexo entre hombre y mujer, naturalmente.
[POEMA XXII]
El deseo vive en nosotros, fue nuestro antes - ya, antes de encontrarlo
por eso su vestido con esa suavidad nos viste que se deja caer: la luz sobre los senos.
El ansia, enjabelgada de instintos, se alumbra en el hervor;
la misma hora toda sangre en los abrazos.
Por eso no es ajena ni desolada quimera sino un ser hecho (d)istinto
para el placer y el dolor para el sexo y el seso.
[pOEMA Xiii]
Suavemente- te estabas allí.
Toqué tus dedos levemente tibios tu fren- te;
arañándo- te de calor en derredor te erguis- te
hacia mí, desafiante, como triste rama.
Pero abril no te vistió y te quedas- te así, allí,
desnuda junto a los otros árboles del bosque.
(Poema 13, de El jardín de las delicias)
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Cuadro de Jesús Bueno, 2013.
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