Poemas de ESTACIONES
Septiembre de 2013, picando los poemas (191) del borrador del libro ESTACIONES, libro escrito en 2010 que ahora retomó para su progresiva y futura presentación en públicio. Mientras, aquí editó el prólogo del libro que viene y recopilo todo lo publicado hasta ahora.
CONCEPTUAL SEPARATION OF SELF.
He ordenado mi vida con solo poner un libro fuera de la línea privilegiada.
Me he separado de mí mientras abría este libro inmenso, sin saber por qué este momento.
Y no para la música, la música no para.
El ánimo se empeña en saber, separándose en notas, como queriendo volver a escucharlas.
Justo en este instante, que en otro sería voz privilegiada,
Se hace ruido y oculta como la creciente separación entre la música y yo entre yo y yo mismo.
Estos poemas fueron editados en su día, junto a este prólogo componen una primera muestra de uno de mis libros más voluminosos.
Actualmente [2010] escribo -cuando no leo, releo, reescribo- en un cuaderno de ESTACIONES, lo que parece ya un libro en formación. Haría, que yo sepa, el número XV de mis libros poéticos hasta la fecha. No es poco.
Mientras sigo la labor, detenida -y urgente- de trabajar en ellos, publico algunos versos sueltos en esta página.
No creo que me falte el tiempo, que siempre falta. (de la TERCERA ESTACIÓN)Y un rato largo estuve quieto en la sola humedad, sin boca, como el mismo lugar del silencio. Ido.
En un afán sin recompensa. Duramente añadiendo trazo a trazo el sino que soporto.
Concentré vacío - dificultad, la suma, el encuentro - en ese afán ligeramente enfermo
(como otra vez sin boca).
(Un par de poemas de Penuria, parte
16, del libro Estaciones,
sin orden ni concierto, como la propia vida)
En poco tiempo hubo de decirlo todo. Lo dicho y lo visto, lo que quería ver y decir. Todo en poco más de dos horas escasas.
Tanta rapidez nos puso enfermos el uno del otro como en un solo nervio que ardíera, abierto, sobre los árboles.
Y no supimos más.
Todavía espero que no vayan las horas, que quede en la penumbra aquel silencio.
Mientras, me alejo,
dejando mi cuidado en esa ori lla.
*
(el agua de su boca)
Creo que en este instante -mordiéndote
la boca mientras te enervas deseosa- están amor y poesía (son una y es la misma).
Por eso siempre busco -no fuera, no buscando- de modo indiferente, lo que muy rara vez se encuentra.
¿Qué se encuentra? El instante en que duermen en la boca las horas.
En el siguiente enlace encontrareis una representación de páginas de ese libro que nacieron en el ámbito de la poesía visual:
> ESTACIONES VISUAL.
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