Bajo los escombros
aún se oyen
sus voces.
Alguna vez
en estas calles
¿calle? ¡desierto!
un gemido seco
- como sin agua
en la boca, pura
sequedad -
alerta los pasos
cansados
del soldado.
En Haití, cada vez
hay más,
milicos.
Unos bomberos corren
a hacerse la foto.
Más de una llamada
se han ahorrado
y han quedado
bien, muy bien.
La foto está estupenda
(quizás sea pronto para decirlo
tiene la pinta toda del número
de enero del extraordinario
de diciembre, resumen de año nuevo).
La prioridad se centra ahora
en quienes lo han perdido
todo. Hasta la misma vida.
y sobreviven
entre el colmo del desecho.
El mercado del Caribe
no se puede permitir
en estas circunstancias
el pillaje
que arrasa los equipos
de rescate
¡ y no hay normalidad !
(como si en vez de agua
ardieran las olas).
Lo más importante
es atrapar a los presos.
[24 de enero del 20-10.]