P R E F A C I O

 

Encontramos un sitio, diverso

al que solías ir. No pasaron

demasiadas horas hasta que tú

llegaste con las manos llenas.

 

Recuerdo haberte visto, taci-

turna bajo la sombra de la morera.

El suelo dulce zumba entre

las sábanas aún. En aquel momento

supe que no vendrías.

Mas no desesperé. Hablé

del tiempo y de las cosas ya sabidas.

 

Por más que me rondaba

no supe lo que hacía

mientras tanto.

Fue todo sueño, entonces. O

es sueño ahora de lo que entonces

fue, y yo lo amaso tierno,

como pan del domingo por la mañana.

 

 

 

   POEMA A YA ALTAS HORAS

 

Si en vivir se va

lo que yo fuí,

si en morir me viene

lo que he sido

que todo haga

conmigo

lo que quiera,

que cada gota de mí

tenga de sombra la vida

que he cantado.

Porque cantando viví,

viví cantando.

                 [Del poeta al poema: la poesía]

 

 

No puedo negar que no halle

en el solo ejercicio el placer

y que eso me baste.

                             Soy,

en esto como en todo, menos

dado a engañarme que a fingir.

Solo es el juego del verso

el que me hace comenzar así

como las otras, frutas de su tiempo.

 

Quedo entonces postrado,

antes que todo estalle,

definitivamente.

 

Mis manos están prestas

a la pluma, al fusil,

a las cadenas.