17.
[Es simplemente un pasar tu conocer]
y aunque cada vez se mire la ventana
desde el mismo sitio y la ventana sea
la misma, la misma hierba y el aullido,
el tren, la fábrica, el silencio que no es
más que sonido, el coche, la estación,
el sobretodo, y un después
que vuelve vislumbrado y aprendido,
mano tocada suavemente y que no aprieta;
y sigue, el comprender la acción,
mirar el hueco y, entre todos,
correr
para que salga.
18.
Como aquel agua
o fronda de tus besos
la sombra amiga
de la destemplada
soledad y yo esperando
yo esperando.